Uno de los aspectos más fascinantes de viajar es descubrir la gastronomía local. Cada país guarda secretos culinarios que pueden enamorar al paladar… o sorprender de maneras inesperadas. Para los turistas, probar comidas típicas puede convertirse en una experiencia única, donde lo extraño se mezcla con lo delicioso.
A continuación, te presentamos 10 comidas típicas del mundo que más sorprenden a los visitantes, ya sea por su sabor, su aspecto o sus ingredientes poco comunes.
1. Hákarl – Islandia
En Islandia, los turistas se enfrentan a uno de los platillos más temidos: carne de tiburón fermentada.
El tiburón de Groenlandia contiene toxinas cuando está fresco, por lo que los islandeses lo curan y dejan fermentar durante meses. El resultado es un alimento con un olor fuerte a amoníaco y un sabor intenso que pocos extranjeros logran disfrutar.
2. Balut – Filipinas
El balut es un huevo de pato fertilizado con el embrión parcialmente desarrollado. Se hierve y se consume directamente de la cáscara, acompañado de sal y vinagre.
Para los locales es una delicia llena de nutrientes, pero para muchos turistas resulta impactante la idea de comerlo.
3. Casu Marzu – Italia (Cerdeña)
En la isla de Cerdeña, Italia, se prepara un queso llamado casu marzu, conocido por contener larvas vivas de insectos.
Se considera un manjar por su textura cremosa y su sabor fuerte, aunque para la mayoría de visitantes es toda una prueba de valentía gastronómica.
4. Escamoles – México
Conocidos como el “caviar mexicano”, los escamoles son huevas de hormiga que se consumen en tacos o guisados.
Tienen un sabor mantecoso y suave, muy apreciado por los locales, aunque a muchos turistas les sorprende la idea de comer insectos como un platillo de lujo.
5. Fugu – Japón
El fugu es un pez globo que puede ser mortal si no se prepara correctamente. Solo chefs con licencia especial pueden servirlo, ya que contiene una toxina extremadamente peligrosa.
A pesar del riesgo, es considerado una delicia muy fina en Japón y atrae a los turistas más atrevidos.
6. Haggis – Escocia
El haggis es uno de los platos más emblemáticos de Escocia. Se elabora con corazón, hígado y pulmones de oveja, mezclados con cebolla, avena y especias, todo cocido dentro del estómago del animal.
Aunque la receta puede sonar extraña, su sabor especiado sorprende positivamente a muchos visitantes.
7. Sannakji – Corea del Sur
En Corea del Sur, algunos restaurantes sirven sannakji, que consiste en pequeños pulpos cortados en trozos y servidos aún en movimiento.
El desafío para los turistas no solo es el impacto visual, sino también masticar bien los tentáculos para evitar que se adhieran en la boca.
8. Mopane Worms – África Austral
En países como Botsuana, Sudáfrica o Zimbabue, se consumen los gusanos mopane, una especie de oruga rica en proteínas.
Se pueden comer fritos, secos o en estofados. Aunque a los locales les parece un alimento nutritivo y sabroso, los visitantes suelen sorprenderse al encontrarlos en el menú.
9. Lutefisk – Noruega
El lutefisk es un platillo noruego que se prepara con bacalao seco y tratado con lejía antes de cocinarse.
Este proceso le da una textura gelatinosa muy particular que desconcierta a muchos turistas, aunque para los locales es una tradición navideña.
10. Cuy – Perú y Ecuador
En varias regiones andinas, como Perú y Ecuador, el cuy asado (conejillo de Indias) es un plato típico muy valorado en festividades.
Si bien es considerado un manjar ancestral y nutritivo, para muchos turistas resulta difícil probarlo, ya que en otros países el cuy se ve más como una mascota que como comida.
Reflexión final
La gastronomía es un espejo de la cultura. Lo que para algunos puede parecer extraño o poco apetitoso, para otros es un símbolo de tradición, historia y orgullo nacional.
Estas 10 comidas típicas que sorprenden a los turistas nos recuerdan que viajar también significa abrir la mente (y el paladar) a nuevas experiencias. Al final, cada platillo es una invitación a entender mejor la identidad de un pueblo.
¿Te atreverías a probar alguno de estos?